Cuantas veces no habré pasado por el frontis de aquella pequeña mole, casi solitaria, cerrada toda una vida para mi, sus puertas me impactaban por su altura (ahora algunas casas fichas se jactan de tener también semejantes portones laaaaargos...) pero mas que nada sus mosaicos y el hecho de concederle un aire extraño porque por donde lo veía en otros tiempos... no sucedía ni andaba alma ninguna por ahi. No había bypass y solo pasaba en carro en dirección al Banco de Crédito en compañía de uno de mis tíos. Hasta hace poco que no he vuelto a ir al centro de Lima...hasta hace poco Lima la peligrosa, la horrible, dejaría de serlo...dejarían de ser todos los comentarios con los que uno vivió y se convertiría en mi obsesión por conocerla, porque más allá de recuerdos y anécdotas quería vivirlo y estar ahí. Estar, donde generaciones mías pasadas, anduvieron, ya con su chaquetita roja con su abuela al cine (ya desaparecido) o al restaurante al que fueron con su abuelo (el cual hasta la fecha no logro ubicar) y toda una serie de historias que recorrer que no se quedan ahi, porque cada paso por cada cuadra tiene algo (¿fantasmas?), cada arquitectura, casa, edificio, teatro, iglesia, convento, estación...tiene y guarda un antiguo sabor que se percibe con el conocimiento de los hechos y la imaginación, porque de esta hay que valernos para poder "ver" , recrear la época... y es así como me vuelvo ... SHINING!!!!!!!!! (no es alucinógeno)
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